Imprescindibles: "La muerte cansada" (1921)

⭐ Cuando el prometido de una mujer desaparece, la muerte le da tres oportunidades para salvarlo de su destino.

 Estrenada en 1921, La muerte cansada (también conocida como Destiny) se transcribe como '"un cuento popular alemán contado en seis versos' es una de las primeras películas del director. Este filme es una obra significativa y muy personal de un maestro del cine en ciernes, Fritz Lang, una obra macabra y melancólica, que reflexiona sobre si el amor puede ser más fuerte que la muerte... y no rechaza del todo una respuesta esperanzadora.

Sinopsis

 Fábula mágica sobre una mujer (Lil Dagover) que busca desesperadamente recuperar a su prometido del reino de los muertos presidido por la Muerte (Bernhard Goetzke). En una habitación llena de velas que representan vidas humanas, la Muerte le dice a la mujer que puede salvar a su amor si puede evitar que una de las tres velas parpadeantes se apague. Luego se nos muestran tres historias separadas, una ambientada en una ciudad del Medio Oriente, otra en Venecia durante el Carnaval y otra en China, en cada una la mujer intenta salvar a un hombre diferente (todos interpretados por Walter Janssen), los cuales están destinados a morir.

Crítica

  Descrita en los créditos iniciales como "un cuento popular alemán en seis versos", el filme utiliza una estructura inusual, que incluye un trío de cortometrajes dentro de la película en los que viajamos a través de siglos y continentes: Bagdad en el siglo IX, la Venecia renacentista y la China imperial, con cada uno de los personajes principales asumiendo una serie de roles a lo largo de las historias, que se refieren a una relación desafortunada.
 Al tratar con tres historias separadas, además de la narrativa principal, La muerte cansada funciona como Intolerancia (1916) de D. W. Griffith, realizada unos años antes, contando algunos cuentos de temática similar para crear un mensaje universal (esta vez sobre el destino). Sin embargo, aquí no están intercalados, las historias "extra" simplemente se desarrollan una detrás de la otra en la mitad de la película.

 El tema de la película es esencialmente el poder del amor frente a la muerte. "El amor es tan fuerte como la muerte", afirma Dagover. Pero la Muerte no se complace en demostrar repetidamente que está equivocada. Dejando a un lado la representación obviamente problemática del tiempo y los lugares exóticos, Lang actualiza el expresionismo alemán a esos escenarios desconocidos.

 Es un trabajo visualmente ambicioso con una dirección de arte realmente inspirada y algunos efectos especiales fantásticamente inventivos, que generalmente involucran exposiciones dobles después de que Victor Sjöström perfeccionara el truco en La carreta fantasma (1920), también el pergamino en animado, la alfombra voladora y el guardia armado en miniatura deben haber parecido casi mágicos en el estreno de la película hace más de un siglo (y unos años más tarde aprovechados en El ladrón de Bagdad - Raoul Walsh, 1924).

 Apodado el "Maestro de las Tinieblas", pocos directores han utilizado la sombra con tanta audacia o eficacia como Fritz Lang, y aunque La muerte cansada es quizás menos expresionista en su estilo visual que algunas de sus obras, hay momentos que son puramente cinematográficos de la manera en que solo las películas mudas pueden serlo. En una escena extraordinaria que evoca a Carl Theodor Dreyer, la Muerte le demuestra a la mujer lo que representan las velas. Ahuecando sus manos alrededor de la llama de una vela, levanta las manos y la llama parece alejarse de la mecha antes de convertirse en un bebé en sus brazos y luego desaparecer. Lang corta a una imagen descarnada teñida de púrpura, una madre angustiada que llora incontrolablemente mientras acuna a su hijo muerto. Es un ejemplo profundamente conmovedor de la forma en que la narrativa se puede contar a través de la edición y la composición de fotogramas, y un recordatorio de que incluso los efectos especiales crudos pueden lograr resultados maravillosos.

 Los diversos tintes de color se suman al festival visual. No está a la altura de la magnífica locura que impregna cada fotograma de Metrópolis, pero Lang era un estilista brillante incluso entonces, ya que superpone este hermoso lienzo sobre el delgado marco de la trama.

 Hay tomas que todavía a día de hoy perduran en la memoria de quienes han visualizado esta película: las velas parpadeantes son una abreviatura tan efectiva para la fragilidad de la vida como se pueda imaginar, y la Muerte sosteniendo sombríamente al bebé ilustra maravillosamente su cansado sentido del deber, y su rostro mostrando la profunda tristeza que tiene por la naturaleza de su deber ("¡Créeme, mi tarea es pesada! ¡Es una maldición!").

 En la última parte de la película, Lang vuelve a darle al filme un toque de un verdadero director de terror, y es ayudado en gran medida por Goetzke, quien aquí ofrece una de las mejores representaciones cinematográficas de la Muerte, y no necesita tonos de maquillaje para que funcione.

 Al final, el filme emerge como mucho más que otra película sobre la inevitabilidad de la muerte, un tema con el que los cineastas de la Alemania posterior a la Primera Guerra Mundial estaban obsesionados. Hay una escena reveladora cerca del final de la película, en la que varios personajes se quejan de sus vidas y admiten que les encantaría morir lo antes posible, pero cuando surge esa oportunidad, todos de repente entran en pánico y eligen aferrarse a la existencia que tan ostensiblemente desprecian.

 Hoy en día, ha sido eclipsada por las últimas obras maestras de Fritz Lang y en gran medida infravalorada, La muerte cansada  es una obra muy inventiva e influyente que da a la muerte uno de los rostros cinematográficos más intrigantes de la historia.

Trasfondo

 En 1921, seis años antes de su obra maestra Metrópolis y 15 antes de que huyera de la Alemania fascista a Hollywood y ayudara a poner en marcha el movimiento del cine negro, Fritz Lang y su esposa y compañera de escritura habitual, Thea von Harbou, soñaron con esta reluciente porción de brujería cinematográfica muda.

 Esta película, con respecto a otras de Lang, está más arraigada en la fantasía mágica del cine fantástico temprano, aunque con un borde oscuro característico de sus creaciones. El destino y la ambigüedad moral atraviesan toda la obra del director, pero en 1921 Lang es todavía un cineasta menos iracundo, menos cínico y, de hecho, menos político que el que más tarde se convertiría. 

 Filmada después de la I Guerra Mundial, en una tierra donde la muerte estaba lejos de ser un extraño, La muerte cansada está cargada de una sensación de portento y destino sombrío. Pero la dirección de Lang nunca es de mano dura. En cambio, se jacta de las posibilidades mágicas del cine, desde magníficos efectos visuales hasta decorados expresionistas, disoluciones de ensueño y miradas posmodernas a la cámara.

 La sombra de Fritz Lang y del movimiento expresionista alemán en general se ha cernido sobre la historia del cine. En Gran Bretaña, la película se tituló originalmente como su título literal en Alemania (y en España) The Weary Death, mucho más literal que Destiny, pero esto se cambió ya que se consideró un título demasiado pesimista para atraer a los cinéfilos, especialmente porque la película inicialmente había demostrado ser un fracaso en Alemania. Sin embargo, en Gran Bretaña (y en Francia) los críticos lo adoraron, lo que llevó a un relanzamiento y una reevaluación en su tierra natal. Alfred Hitchcock y Luis Buñuel lo reconocieron más tarde como una influencia directa en su propio trabajo.

  Blade Runner 2049 de Denis Villneueve, tomó su estilo visual de la visión de Ridley Scott de un futuro Los Ángeles, y su estética se basó en gran medida en la icónica película de Lang de 1927, Metrópolis. La moralmente ambigua historia de asesinos en serie M (1931) de Lang ha influido en directores desde Hitchcock hasta Friedkin y Fincher, y proporcionó uno de los modelos para el cine negro, un género en el que Lang más tarde tendría una participación directa después de emigrar a Estados Unidos para escapar de los nazis. Los thrillers duros que hizo en su último período como Perversidad (1945), Los sobornados (1953) y Mientras Nueva York duerme (1956) son hitos del período clásico del noir clásico de las décadas de 1940 y 1950.

 Tal vez por sus partes más de acción, aventura o comedia, La muerta cansada nunca ha sido tan elogiada por los aficionados al género del terror como El gabinete del Dr. Caligari (1920) o Nosferatu (1922), que pueden haber incluido elementos cómicos menores, pero siempre los mantuvieron bajo control, para que los mundos que representaban nunca se iluminaran demasiado.

[📽 Ver película y su ficha]