Si decíamos que en la década de 1910 fue cuando se comenzó a entender el cine con fines comerciales tan como lo entendemos hoy en día, la década de 1920 se caracteriza por ser una auténtica explosión de producciones con el culmen de la llegada del cine sonoro a finales del decenio.
Los países que debemos destacar en esta década en cuanto a cine son, sin duda, Alemania y Rusia. Y en cuanto a directores, Fritz Lang, F . W. Murnau y Sergei M. Eisenstein. Metrópolis, El acorazado Potemkim o Fausto, coparon las salas de cines. Mencionar también en este pequeño listado de grandes maestros a Robert Wiene, Erich von Stroheim o Carl Theodor Dreyer. No podemos olvidarnos tampoco, del cine americano, que seguía con sus grandes producciones y sus comedias silentes: D. W. Griffith, Charles Chaplin, Buster Keaton, Harold Lloyd... son algunos de sus representantes.
Fueron estos años 1920 de innovación y evolución, creándose movimientos y estéticas de una influencia capital en el cine del futuro, llegando incluso hasta el cine actual, basadas fundamentalmente en las corrientes artísticas del momento, como el futurismo, el surrealismo o el expresionismo. Como ejemplo, el conocido como expresionismo alemán en el cine, se convirtió en un movimiento de vital importancia en décadas posteriores, llegando incluso hasta la actualidad, definiendo la esencia y la estética de géneros como el cine negro o el de terror.
Para este listado de películas destacadas, hemos elegido las que siguen, si bien, como siempre, es un listado abierto y seguro que hay otras que pudieran entrar en él. Lo que sí está claro, es que en esta selección ninguna de las películas es desmerecedora de estar entre las mejores películas de la década.
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1. "La quimera del oro" (1925), Charles Chaplin
Nadie logró mezclar la carcajada y la lágrima como Charles Chaplin. Lo acusaron de sensiblero, pero el tiempo pone a los grandes en su sitio y Chaplin nunca abandonó ese lugar. Es esta una de las grandes obras del maestro, poco más que decir. Su personaje Charlot en la nieve buscando oro, fue la premisa que el genio inglés supo explotar de manera más bella y visual. El baile de los panecillos, la casa que se tambalea, el zapato que se come o la amargura de un final que engaña, componen una de las obras icónicas una de las figuras más importantes de la historia del cine.
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Podemos considerarla como un punto de inflexión en la historia del cine ya que, si bien fue El romance de Charlot (1914) el primer largometraje cómico, no fue hasta que Chaplin le añadiera melodrama y pura emoción cuando este género realmente funcionó. Con esta obra sumó a la comicidad una historia muy emotiva entre un bebé extraviado y el vagabundo que lo cuida. En poco más de una hora de grabación, Charles Chaplin consiguió que nos revolviéramos de la risa, nos levantásemos de emoción y llorásemos… tanto de rabia como de alegría. Es por ello una obra maestra incontestable de uno de los cineastas imprescindibles e inolvidables.
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3. "El maquinista de La General" (1926), Buster Keaton y Clyde Bruckman
Entre las obras de Buster Keaton, muchas de ellas obras maestras, es esta quizá la que haya pasado a la historia como su cénit artístico. En esta obra maestra, se puede observar la capacidad alegórica de sus encuadres y gags, el uso del plano general y el montaje, la puesta en escena… todo con un detalle que roza la perfección. Como curiosidad, la escena en la que un tren se cae a un acantilado una vez que se derriba un puente, está considerada la toma más cara del cine silente.
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4. "Metrópolis" (1927), Fritz Lang
Es esta una de las consideradas mejores películas de ciencia ficción de la historia, junto a Blade Runner (Ridley Scott, 1982). La obra de Fritz Lang tiene un poderío visual, hallazgos técnicos y una estética que a día de hoy se mantienen vigentes.
Es también uno de los títulos de referencia del expresionismo alemán en el que se crea un universo único, las megalópolis, la deshumanización urbana, las inteligencias artificiales, los humanos-robots, los peligros de la tecnología, la lucha de clases… son sólo algunos de los temas que se desarrollan en esta magistral película.
Aunque algunas otras películas futuristas también fueron precursoras, es innegable que Metrópolis es la cinta madre del cine de ciencia ficción.
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5. "El moderno Sherlock Holmes" (1924), Buster Keaton
Introducimos aquí otra de las grandes obras de Buster Keaton, un mediometraje de 45 minutos sin desperdicio, donde la imaginación para el gag y el talento del actor se ponen de manifiesto, sorprendiendo la modernidad de su humor. Es una de las primeras y más geniales muestras de cine dentro del cine que, además de demostrar una avanzada conciencia del medio, está repleta de mucho humor y todavía hoy asombrosos trucos visuales.
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6. "El hombre de la cámara" (1929), Dziga Vértov
Es este el documental por excelencia y la obra maestra de Dziga Vértov, en el que lleva la verdad sin velos entre la cámara y el espectador a su máximo esplendor. Tiene esta cinta una suma importante de movimientos de cámara: contrapicados, planos cenitales y nadir, el uso del travelling, de tomas con cámara oculta y trucaje, convirtiendo su técnica de montaje en un modelo a seguir. Ver la obra de Dziga Vértov es asomarse a otro cine posible, uno más puro, visual, más cercano a mirar que a contar, a ver que a entender. Es este filme una especie de fresco urbano repleto de imágenes llenas de inventiva y asombro que intentan capturar lo real, pero para transformarlo para siempre por la cámara y la mirada que hay detrás.
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7. "Fausto" (1926), F. W. Murnau
Cuando llevó la obra de Goethe a las pantallas, está claro que F. W. Murnau estuvo más que a la altura, consiguiendo crear una obra maestra de época y estilo expresionista. La maldad del diablo, el arrepentimiento del protagonista y la enorme potencia de la atmósfera componen una película de aires operísticos, grandilocuencia e intensidad.
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8. "El gabinete del doctor Caligari" (1920), Robert Wiene
A raíz del estreno de este filme, película de referencia del expresionismo alemán por considerársela pionera y de gran calidad, se extiende la influencia de esta corriente en la que muchos otros directores y artistas estaban trabajando, y ayudaron a definir y desarrollar: Fritz Lang, F. W. Murnau... y tantos otros directores, se sumergieron en esta corriente estética a la hora de realizar sus proyectos. Sombras, oscuridad, claroscuro y los giros inesperados de las historias, son elementos que caracterizan este movimiento.
La ambientación y la deformación de los decorados, los ropajes y los rostros, enseñó al séptimo arte eso que hoy en día conocemos como atmósfera.
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9. "El acorazado Potemkin" (1925), Sergei M. Eisenstein
Sí, es una película de propaganda comunista... Pero también es una obra imprescindible en la historia del cine, técnicamente rozando la perfección y muy adelantada a su tiempo.
Sergei M. Eisenstein revolucionó con esta película la narrativa cinematográfica y el ritmo gracias a su montaje, definiendo el suspensa con una dilatación del tiempo, mezclando situaciones... donde la fotografía se convirtió en otro de sus grandes aportes al igual que el cambio del sentido de la representación actoral como personaje individual por el de uno que representa a un colectivo.
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10. "Nosferatu, el vampiro" (1922), F. W. Murnau
Si hay una película pionera en el género del terror, junto con El golem (1920, Paul Wegener y Carl Boese) y El gabinete del doctor Caligari (1920, Robert Wiene), es esta obra de F. W. Murnau.
Nosferatu fue la primera en convertirse en una directa adaptación de Drácula, el clásico de Bram Stoker de 1897, y una obra vertebral del expresionismo en el cine alemán, a pesar de haber cambiado los decorados por escenarios naturales y un aporte romántico a su oscura atmósfera. También tuvo que realizar pequeños cambios de Drácula (para no pagar unos derechos que al final sí tuvieron que abonar). El juego de sombras, pasillos y expresiones de la película conforma un relato de ritmo casi musical, un baile satánico que estremeció a los espectadores de todo el mundo. Es este uno de los claros ejemplos que definen el terror como el género más poético del cine, que tiene en la sugerencia y la sugestión, la esencia misma de su ser.
[Imprescindibles: Nosferatu, el vampiro] [📽 Ver película y su ficha]
Otros filmes destacados de la década en dominio público
El listado de 10 películas anterior se nos queda cortísimo, por lo que podemos mencionar otras películas que en la década de 1920 fueron destacadas. La mayoría de ellas fueron incluidas en el artículo que escribimos titulado "20 películas de Óscar antes de los Óscar", en el que hicimos un pequeño comentario de cada una de ellas.
Podríamos comenzar por referirnos a algunas de las otras películas de Charles Chaplin, Buster Keaton y Harold Lloyd, los grandísimos comediantes de la época: además de las que incluimos en el listado de 10 inicial, añadiríamos aquí con Buster Keaton como protagonista a El héroe del río (1928), La ley de la hospitalidad (1923), Una semana (1920) y El navegante (1924); o la más iconográfica de todas las películas protagonizadas por Harold Lloyd, El hombre mosca (1923) dirigida por Fred C. Newmeyer y Sam Taylor.
También podemos repetir director con Octubre (1928), dirigida por Sergei M. Eisenstein y Grigori Aleksandrov, uno de los grandes dramas de la época, propagandístico, que recrea la Revolución de Octubre de 1917, de la que se cumplían 10 años. Añadimos de Eisenstein La Huelga (1925), que nos cuenta una huelga de los trabajadores de una fábrica en la Rusia prerrevolucionaria. Sin salirnos de Rusia, una obra muy destacada de la misma temática es La madre (1926), dirigida por Vsevolod Pudovkin.
Por último, y como muy destacada película, hemos de añadir Amanecer (1927), dirigida por F. W. Murnau y una auténtica obra de arte, entre las más grandes del expresionismo alemán y ganadora de tres premios Óscar: a la mejor película por calidad artística, la mejor actriz protagonista (Janet Gaynor) y a la mejor fotografía . No incluida en el listado porque durante la elaboración del mismo todavía no había entrado en dominio público.
Entre los autores de los que no incluimos alguna de sus obras entre las diez mejores, destacar al sueco Victor Sjöström, uno de los mayores revolucionarios del cine de la época, junto con los alemanes y rusos. Entre sus obras más destacadas de la década: La carreta fantasma (1921) y El que recibe el bofetón (1924).
Otro de los autores que podríamos incluir, es King Vidor, y su cinta El gran desfile (1925), una gran obra bélica de estética deslumbrante y muy emotiva. Casi un siglo después, sigue siendo un compendio de narraciones con lo mejor del cine bélico: el amor abandonado al partir, el amor encontrado en el frente, la acción de la batalla y el horror de la muerte, la decepcionante vuelta a casa... Todo lo que se podría contar sobre el paso por la guerra con acción, humor y tragedia; incluso en la actualidad es difícil de encontrar una obra del género que no trate alguno de estos temas e incluso que no tenga partes que podrían casi considerarse una copia del filme aquí mencionado.
Dentro del género de las películas de aventuras, podemos también destacar Ben-Hur (1925), dirigida por Fred Niblo, con decorados gigantescos y secuencias de gran acción y logro técnico, haciéndose emblemática la carrera de cuádrigas; y, sin lugar a dudas, el mayor éxito de la década de 1920 en el género: El ladrón de Bagdad (1924) protagonizada por Douglas Fairbanks (mítica estrella e ídolo de masas) y dirigida por Raoul Walsh, uno de los más grandes narradores de todos los tiempos.
Por último, también añadiríamos por ser pioneros y de calidad, un par de obras del género documental como destacadas de la década, previas a El hombre de la cámara (que incluimos en el listado de las diez mejores), mencionando en este caso como referentes a Nanuk, el esquimal (1922), de Robert J. Flaherty, considerada la primera película de no ficción de la historia, y Häxan : La brujería a través de los tiempos (1922), de Benjamin Christensen, mezcla de documental y ficción para relatar la historia de la brujería en la Edad Media, atreviéndose a comparar las situaciones con hechos contemporáneos a su presente, creando un cuento tan histórico como tenebroso. Otro documental destacado de la década es Berlín, sinfonía de una ciudad (1927), de Walter Ruttmann, que retrata la vida de la ciudad de una manera semidocumental antes de quedar gran parte destruida durante la Segunda Guerra Mundial.